Washington, 22 jul (PL) Al menos una persona murió y otra resultó herida hoy cuando un hombre armado abrió fuego dentro de una iglesia mormona en Fallon, en el estado norteamericano de Nevada.
Medios locales de prensa reportaron que el ataque ocurrió en el edificio de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD) de la ciudad, ubicada a unos 100 kilómetros al este de Reno, y que la policía luego arrestó en su casa a John K. O’Connor, el sospechoso del tiroteo.
La cadena KTVN-TV informó que hubo alrededor de 50 testigos cuando el incidente se desarrolló dentro de la construcción, y luego el autor del crimen fue seguido por las fuerzas del orden hasta su vivienda, donde un negociador de rehenes logró que se rindiera.
El jefe de policía de Fallon, Kevin Gehman, dijo que los investigadores aún están trabajando para determinar un motivo del asalto, pero que no parece ser un ataque contra la iglesia, sino contra personas en específico.
«Recientemente nos enteramos de un tiroteo en Fallon, Nevada, durante un servicio religioso. Los detalles aún están en desarrollo, y las consultas deben dirigirse al personal policial local», expresó en un comunicado el portavoz de la iglesia SUD Eric Hawkins.
Expresamos nuestro amor a aquellos en esa congregación y nuestras oraciones por las víctimas y sus familias. Los líderes locales les están atendiendo sus necesidades en este momento, agregó el texto.
Profundamente entristecido por el acto de violencia sin sentido en Fallon hoy en la iglesia SUD, escribió en Twitter el senador republicano por Nevada, Dean Heller, quien dijo que estaba en contacto con las autoridades locales.
La otra miembro de la Cámara Alta por ese estado, la demócrata Catherine Cortez Masto, también manifestó que estaba devastada por la noticia y que los lugares de culto deberían ser un refugio seguro. «La violencia armada en todo el país debe terminar», apuntó.
Un estudio presentado el mes pasado en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra por la organización independiente Small Arms Survey encontró que los estadounidenses acumulan un 46 por ciento de los cerca de 857 millones de armas de fuego que se calcula que existen en el orbe en manos de civiles.
Con 393 millones de esos artefactos, los norteamericanos tienen casi la mitad del total mundial pese a que los 326 millones de habitantes del país representan poco más del cuatro por ciento de la población del orbe.